martes, 5 de febrero de 2013

Crisis del Doblaje en España


Navegando por la web haciendo buen uso de mi tiempo de ocio, es que (y no se bien como) termine de casualidad en un blog español cuyo título me resulto llamativo y algo alarmante.


Como latina, es bien sabido que de por si existe una cierta rivalidad, podríamos decirle, entre nuestro doblaje y los del viejo continente. Si no basta con entrar a cualquier fragmento de “Los Simpsons” en youtube, que de seguro encontraras entre los comentarios un arduo y fogoso debate sobre si es mejor el “Español Latino” o “Español Gallego”.

Pero salvando esos encuentros sin importancia que más parecen peleas entre hermanos, es cierta una cuestión y es que no a todos les agrada un doblaje ajeno a su región. Es obvio, después de todo uno creció escuchando ciertas entonaciones, expresiones, jergas, etc de modo que no es fácil adecuar el oído a otras totalmente distintas.



En lo particular disfruto mucho de cualquier idioma, y exceptuando aquellas series con las que crecí y de las cuales ya estoy acostumbrada a ciertas voces, francamente no me molesta para nada el país de procedencia del doblaje. (Muchas veces hasta resulta muy entretenido)

Lo curioso, es que tras leer la nota pareciera que ni siquiera en España misma quieren a sus actores de doblaje.  Y sin más preámbulos el autor de la nota, comparte siete razones desde su punto de vista por la cual habría que eliminar el doblaje definitivamente de España

1. El doblaje, bajo mi punto de vista, es una falta de respeto total al trabajo de los actores que aparecen en pantalla, por la mera comodidad de entender lo que dicen. 

2. El doblaje es digno de un país de ignorantes, o de vagos, que ni siquiera se pueden tomar la molestia de leer los subtítulos que aparecen en las proyecciones de las salas de V.O.

3. El doblaje cambia completamente la percepción de la película, porque las voces son parte de la banda sonora, y para incluirlos muchas veces hay que alterar los fondos sonoros, o cambiarlos.

4. El doblaje cambia los diálogos, por fuerza, y muchas veces totalmente, escritos por el guionista de la película, alterando por tanto la historia, las intenciones del personaje o ambas cosas a la vez.

5. El doblaje le quita toda oportunidad a la industria española de enfrentarse con industrias tan potentes como la norteamericana, país en el que está prohibido el doblaje.

6. Tenemos los mejores dobladores del mundo, reconocido esto por profesionales de muchísimos países, que no sólo pueden dedicarse a las películas, sino a anuncios, series (alguna la prefiero doblada, lo reconozco), videojuegos, documentales y un largo etc.

7. A pesar de todo, no soy un extremista y creo que el cine de animación puede y debe ser doblado, por razones que explico más adelante.

Cuando lo leí, me quede de cierta forma, anonadada. Que alguien odiara tanto su propia lengua natal como para exigir que fuese arrancada de raíz de los cines, parecía algo inverosímil.

Convencida de que debía de haber un trasfondo, comencé a investigar y descubrí un par de cuestiones que me parece hay que tener en cuenta para entender al autor y su postura.

Resulta, y aunque a muchos latinos nos parecerá una broma difícil de creer, en España hace tiempo que, en el cine, las películas solo se proyectan en idioma español o sea, dobladas.



Son contados los cines en todo el país que ofrecen la versión en su idioma original, y muchas veces lo hacen con poca frecuencia o en lugares de infraestructura poco confortable como para disfrutar la película.

De modo que, mientras nosotros tenemos la posibilidad de elegir si queremos ver “El Hobbit” en audio latino, latino 3D, ingles con subtítulos, ingles con subtítulos 3D, en HD, sin HD etc. Allá simplemente esta la opción Doblada al Español, con o sin 3D a lo sumo.

¿Y esto por qué? Se preguntaran. Es curioso, pero ni ellos lo saben a ciencia cierta. Verán en 1941 Franco dicto una orden ministerial en la cual se establecía que solo podían proyectarse películas Dobladas al idioma natal, o sea Español.

Con la caída del Franquismo, no sé a ciencia cierta si la orden sigue o no vigente, pero eso no importa porque la sociedad española quedo dividida entre los que apoyan los subtítulos y los que prefieren el doblaje. Censura, dinero, comodidad, la razón por la cual se les impone solamente las versiones traducidas es confusa y poco definida, con el tiempo ellos mismos se acostumbraron a que es un hecho y por ende simplemente o estas a favor o en contra.



Remitiéndonos al texto del autor, hay dos puntos en los que debo disentir. El primero es referente a estos dos puntos

1. El doblaje, bajo mi punto de vista, es una falta de respeto total al trabajo de los actores que aparecen en pantalla, por la mera comodidad de entender lo que dicen.

2. El doblaje es digno de un país de ignorantes, o de vagos, que ni siquiera se pueden tomar la molestia de leer los subtítulos que aparecen en las proyecciones de las salas de V.O.

El doblaje no es una falta de respeto, es un trabajo que abarca un sector del público que prefiere ver la película en su idioma natal por la razón que sea, llamar ignorante o vago solo demuestra la carencia de solidez que tienen sus argumentos.

Gustos hay para todos y que uno prefiera ir a ver una película con o sin subtítulos poco tiene que ver con el coeficiente intelectual.  Puede haber cientos de razones y todas son válidas. Por ejemplo, ir a ver una película (no animada) con un hermanito que evidentemente no tiene la misma velocidad para leer en pantalla que un adulto. O, algo que pasa muy frecuentemente, si uno usa lentes para leer y encima te tienes que poner los lentes 3D, bueno eso de por si es imposible, tendrás que elegir si ver los efectos o los subtítulos, en cualquier caso terminaras por perderte la película.

Segundo, él llama al doblaje “Un trabajo innecesario”, el cual me resulta muy irónico puesto que para mí no hay nada más inútil que un Rey en una República, cosa que ellos precisamente tienen.



Pero dejando al margen su política, pues cada país con lo suyo, desmerecer a los actores de doblaje no es más que una canallada para justificar su enojo, el cual está mal enfocado pues no son los actores quienes imponen ver la película simplemente le pagan por doblarla. Es su trabajo, viven de ello, alimentan a su familia con eso y los quieren dejar sin trabajo solo porque prefieren leer los subtítulos.

Y si hablamos de trabajos inútiles, me parece que los hay mucho peores: probador de colchones, los sujetos que recogen las pelotas de tenis, paseador de perros (ya en serio no seas flojo y hazlo tú mismo).

Como sea, pienso que meterse con el trabajo ajeno es algo muy grave sobre todo si ni pueñetera idea acerca de lo que cuesta vivir de ello.

Para finalizar, quiero dejar en claro la estupefacción que me provoca ver los años que España lleva con esta situación y que lejos de proponer una solución viable simplemente se limita a buscar culpables a diestra y siniestra.

Aunque el autor no se considere extremista, el solo hecho de proponer quitar el Doblaje de las salas de cine lo convierte en tal, pues a raíz de lo que he visto e indagado, solo hay dos posturas referentes al tema en cuestión. Que todas las películas se doblen o que todas se proyecten en su idioma original.

Digo yo….ACASO NO SE LES OCURRIO PROYECTAR AMBAS!!!!??? Tan difícil, lejana e inconcebible es esa solución??  Que se pasen ambas versiones, audio original, audio español, con la misma calidad, en los mismos cines y con la misma frecuencia.


Adrian (el autor de la nota) y todos los férreos defensores del  V.O, en lugar de despotricar y centrar su enojo en los dobladores que poco o nada tienen que ver, hagan valer su derecho y exijan la igualdad de idiomas en las proyecciones del cine.



Sin más que decir…por ahora. Se despide su quería y anonadada
Raven.


Fuentes:








lunes, 4 de febrero de 2013

La insensibilidad...al palo.


He notado que soy un poco…digamos….insensible en algunas cuestiones. Si se trata de sentimientos, todo lo referente al dolor pues no soy muy ducha en compartirlo lo cual no es un problema cuando se trata de mí. Pero cuando las pérdidas o el sufrimiento es por parte del otro lado, entonces ahí lamento no poder ser más expresiva.

A qué viene esto? Bueno, como ya se acerca San Valentín es muy común que se armen parejas, las que ya están formadas andan todos romanticosos escupiendo miel y azúcar por los poros. La otra cara de esa moneda es que también hay muchas parejas que terminan, amores frustrados, recuerdos nostálgicos de un ex etc.

El punto es que las redes sociales atestan con esas frases clichés intentando mandar indirectas bien directas acerca del dolor que la persona siente. Si bien comprendo el dolor, jamás comprenderé esas actitudes.


Verán, en parte es porque yo me crie en un contexto donde mi familia en tiempos de dolor o perdida, no estaban presentes de una forma agradable. No estaba mamá o papá palmeándome el hombro diciéndome que todo estaría bien, alentándome a que desahogue las lágrimas, etc.

Por el contrario, aprendí a sobrellevarlo sola y que el mundo no esperara a que te sientas mejor para continuar. El resultado fue que simplemente el dolor me resulta indiferente al cabo de poco tiempo.
Lo que cuento no es para hacer un drama de mi vida, ni mucho menos, francamente jamás lamente nada de mi pasado pues me hizo lo que soy, es solo para aclarar como forme parte de mi carácter.

Tener esa actitud de simplemente “sacudirse lo malo” puede ser muy bueno y útil si se sabe usar. Pero déjenme decirles que pasara mucho tiempo hasta que aprendan a utilizarlo de forma correcta, en el proceso reprimirán muchos sentimientos que más tarde se darán cuenta que hubiera sido mejor soltar desde un principio.


Y es que así soy yo, cuando me deja un novio, un amor no me corresponde, o soy víctima de una traición, mi técnica consiste en sufrir en silencio, mostrando al mundo una sonrisa.  Al fin y al cabo sé que lo superare, en un tiempo más corto o más largo.

El beneficio es que hay cosas que me importan menos, duelen menos. Como por ejemplo el hecho de que el chico que te guste te cuente que se enamoró de otra. Quizás me cueste ¿qué? ¿Una tarde? ¿Un día? En el cual llorare, me lamentare, escribiré acerca del dolor que siento,  etc.  Pero luego al otro día amaneceré como si nada, tal y como era antes de siquiera conocerlo. Similar a si formateara el disco duro.

Debido a eso siempre me causa cierto hastió ver o leer frases en Facebook como: Te dije lo mejor de mí y no supiste apreciarlo. Aunque ya no sientas lo mismo, siempre te amare y te tendré presente. Bla bla bla. Malditos deprimentes.


Pero ojo, no me refiero a quien haga una publicación puntual, o una frase que de algún modo de cierre a un ciclo de su vida o su situación. Todo el mundo esta en su derecho de liberar esas emociones contenidas y de buscar apoyo en sus seres queridos, sean amigos, familiares, etc.

Sino a esa gente que esta seis meses de novio, luego cortan, están dos años mandándose indirectas por Facebook hasta que uno se entera que el otro esta de novio con otra, y luego más indirectas de odio.  O más o menos. Entienden el concepto ¿no?

 Me refiero a esos que parece que tras un amor fallido se volvieran EMO ni que se les hubiera escapado el amor más perfecto del mundo o como si tuvieran ochenta años y pocas posibilidades de volver a amar. Tardan siglos en superar a su ex pareja, incluso más de lo que llevaban saliendo, pero eso si te hacen el minuto a minuto de su “cruel agonía” de todas las formas posibles.


¿Qué necesidad hay de hacer públicas esas quejas melancólicas? Si con hacer eso el mundo cambiara en algo, hace tiempo todos seriamos muy felices. La realidad es muy simple y muy cruel. Por mucho que ames, no siempre serás correspondido. De la misma jodida manera en la que muchas veces no podrás corresponder a quien te ame.

De modo que…evitemos el maldito drama ¿Si?  Francamente no sé qué imagen pretenden dar con esas actitudes, pero sin duda la única que reflejan es desesperación y abatimiento por algo que no es el fin del mundo. Si lo que buscan es que la gente sienta pena por ellos, la verdad es que a nadie le interesa tus dramas amorosos pues cada quien tiene sus problemas que son seguramente mucho más importantes.

En lo personal, pienso que llorar por una relación fallida no merece más de 24 hs. Horas que uno debe aprovechar al máximo para desahogarse, pero en la intimidad de nuestras mentes, de nuestro hogar. Largar quejas e indirectas por cuanta red social se aparezca solo sirve para echar leña al fuego, que la gente morbosa se entrometa con comentarios ponzoñosos, chismes, falsos consejos que en definitiva terminan prolongando el duelo que se necesita para dar por terminado un noviazgo, un amor, amistad lo que sea.

Lo que paso, pasó. Punto. A mí no me cuesta mucho entenderlo, al contario me cuesta horrores entender como hay gente que se pasa la vida llorando cuan Magdalena.

Bueno, ser así. Puntual, sencilla y directa, como ya dije, es muy útil para el ámbito de las relaciones amorosas. Pero cuando el dolor lo provoca la partida de un ser querido? Bueno ahí la cosa se pone jodidamente cabrona.

Verán, no es difícil para mí sentir empatía por el atormentado, de hecho quizás sea justamente ese el problema. De cierta forma siento lo mismo que él y es como si estuviera viviendo su situación, o mejor dicho, recuerdo como me sentía en situaciones similares y en vez de reaccionar como el necesitaría que una buena amiga lo hiciera: una palabra de consuelo, un abrazo afectuoso. Yo actuó como suelo hacerlo en esa situación…me encierro en mi misma.

Se lo que debe hacerse, lo que podría decir para aliviar un poco su pena, pero no puedo hacerlo de manera que suene convincente…o mejor dicho, que muestre alguna emoción, pues cualquier sentimiento es enterrado en lo profundo hasta que pase la crisis.

Y es mucho más difícil cuando la otra persona te resulta más importante incluso que uno mismo, cuyo sufrimiento es peor que el propio. Pensar que lo único que puedo hacer en ese caso es limitarme a estar a su lado en silencio, acompañando hasta el final, dispuesta a cualquier cosa que necesite, pero por sobre todo envidiando la capacidad de otros para llorar libremente y dejar fluir con la misma facilidad cualquier emoción, buena o mala, en el momento que se las necesite.



 Así que, este cuervo vive en la dualidad, siendo la insensibilidad tanto una virtud como una maldición dependiendo las circunstancias. Lamentándome…a veces, la verdad es que ya he vivido parte de ese tortuoso proceso que implica aceptarse a uno mismo, tanto lo bueno como lo malo.
Supongo que en cuanto a mi forma de encarar las penurias, me limitare a mejorar en lo que se pueda y sonreír ante los aspectos positivos de mi forma de ser.

sábado, 2 de febrero de 2013

Es Tinkerbell? No…Es una luciérnaga? No…Ah!! Entonces es….


Últimamente en este par de años ha habido dos temáticas sobrenaturales muy populares en lo que respecta al cine, televisión, videojuegos, etc. La primera y la para mi más viciada es “El apocalipsis zombie” en gran parte fomentado por la fallida predicción maya acerca del fin del mundo. La segunda y la que quizás no tuvo tanta aceptación debido a lo mal encarada que fue, es la de los vampiros.

Los no muertos chupasangre siempre despertaron el terror y admiración de sus espectadores, pero últimamente se ha desvirtuado un poco aquellas características por las que siempre los hemos conocido  para darles un aire más “moderno” pero que en la mayoría de los casos resulto en la creación de unas criaturas ridículas. Y por si todavía no se dieron cuenta a que me refiero se los diré. Principalmente hablo de la saga Crepúsculo.



No me malentiendan, no odio a Stephanie Mayer por escribir algo así, de hecho el libro no esta tan malo, se lee de forma rápida, tiene personajes memorables, pero por lo demás…no es algo que no se haya hecho.
Mostrarle el lado “humano” de los vampiros hace tiempo que está de moda, ya con Anne Rice se notaba el debate de los personajes entre sus instintos animales  y racionales, luego con Jane Smith en Vampire Diaries entre otras, nos muestra algo muy similar a lo de crepúsculo, una chica entre dos Vampiros donde la trama se centra principalmente en los dilemas amorosos que surgen en esa extraña relación.

Por eso es que Crepúsculo, para mí, no aporta nada nuevo y gira sobre lo mismo, sin embargo y lo que realmente me molesta es su versión cinematográfica. No solo por el hecho de que los actores no representan en absoluto las personalidades de un vampiro, un hombre lobo, ni mucho menos a una adolescente atrapada en ese mundo, sino que además tergiversaron el libro que no era de por si una gran obra. El resultado salto a la vista, una película fanservice que se limita a mostrar adolescentes semidesnudos para emocionar a las féminas.


Lo que a mí me parece más risible e indignante de todo, es que habiendo tantos libros que hablan de lo mismo decidieron llevar esta al cine. Por un lado me alegro porque si iban a arruinar una saga al menos que sea una que era copia del resto, pero por otro lado, para el que es realmente un aficionado de la temática es casi un insulto, pues se eligió a Crepúsculo por la popularidad que gano mediante la difusión mediática y no por su contenido.

A ver, aclaremos una cosa. Vampiros como tal, es aquel que describe Bram Stoker, después de todo fue el quien les dio vida. Seres malignos, animales salvajes chupasangres dotados de una gran inteligencia, fortaleza, longevidad y por qué no, lujuriosos,  que los hace adversarios formidables como así también un dolor de cabeza a la hora de matar. Sin embargo, aunque no muchas, tienen sus debilidades, agua bendita, estacas de madera, el mismo sol, etc. También poseen cualidades o particularidades que nos permiten diferenciarlos: se convierten en murciélagos, grandes colmillos, no se reflejan en los espejos, duermen en ataúdes, etc.

En su época, hablar de vampiros era como hoy hablar de zombis, daban miedo y uno realmente pretendía dormir con unos cuantos ajos alrededor del cuello por las dudas. Pero los tiempos cambian y poco a poco nos comenzaron a parecer un tanto irreales como así también, menos terroríficos.


Es normal que autores futuros quisieran retomar el concepto original de un vampiro y modificarlo para los tiempos y públicos modernos. Admito que no me disgusta para nada que se enfocaran sobre todo en lo que queda de su lado humano, sus escasos sentimientos,  o que los convirtieran en seductores empedernidos sedientos de sangre, pues en definitiva la lujuria y la gula van de la mano por lo que no es tan errado pensar que la excitación que tiene un vampiro al morder a alguien es similar al sexo.



Hubo quienes lo supieron hacer en mayor o menor medida, de una forma excelente, pero sin perder de vista aquellas cuestiones que los hacen ser criaturas de la noche. En Blade por ejemplo, en medio de toda la pela, la balacera y la sangre, hay una historia de amor, ligera pues en definitiva no era el foco principal de la trama pero se hizo de forma tal que uno todavía cree que es posible.

El problema es que a medida que se escriben más libro sobre los vampiros y el romance, cada autor pone de su parte para crear algo nuevo pero también para parecerse lo menos posible a todo lo que ya hay escrito, el tema con Crepúsculo es que esa parte en la que Meyer quiso diferenciarse fue en justamente eso que hace a un Vampiro, pues eso…un  Vampiro

Que otros autores lo han hecho, no lo niego, pero en Crepúsculo no se dejó nada que fuera netamente de un chupasangres maldito, por ejemplo una de las pocas características que conserva es la sed de sangre, pero pudiendo alimentarse tranquilamente de animales, sin que esta le proporcione podres especiales, o les asegure la vida, entonces qué sentido tiene que se alimenten de humanos? Es más podríamos comparar la necesidad de sangre de Edward con un mero instinto asesino de un psicópata y quedaría a la perfección, pues su necesidad es más psicológica que física, o sea, más que una necesidad primitiva de él como una criatura que no es humana. Francamente, Crepúsculo hubiera sido un gran libro si se limitara a narrar los intrincados conflictos en un romance adolescente y dejara de lado toda la onda vampírica.

Por lo demás, respeto a quienes gustaron de la saga, en lo personal adoro a los vampiros, ya sean unas máquinas asesinas o unos románticos marginados por la sociedad, si de estos últimos hablamos prefiero mil veces los del mundo de Jane Smith, los de Ellen Schreiber o en menor medida los de Amanda Hocking. Esta última debe admitir que se está acercando bastante a Meyer, todavía o leí el final de su saga pero espero que no la arruine.

En conclusión, Crepúsculo como obra literaria es buena, como saga de vampiros es mala, como película es pésima y como franquicia es terrible. Para los que se dicen fanáticos del inframundo cuando solo han visto o leído estos libros, les recomiendo indaguen mas y háganse de todo el material que hay al respecto de otros autores, entenderán porque muchos criticamos esta obra.

 Raven